sábado, 30 de julio de 2011

Mar en calma, bajo un cielo gris... 
Una suave llovizna cae, meciendo un pequeño barco al ritmo de las olas.
Tarde de aspecto melancólico, al igual que su mirada, que contempla ausente desde su ventana el vaivén de las aguas.
Aunque todavía no es tiempo de que se ponga el sol, el cielo se oscurece por momentos...
Nubarrones negros de tormenta se aglomeran, una gran masa oscura se cierne sobre el mar, que en respuesta se encabrita.
El barco se agita violentamente, intenta inútilmente mantenerse a flote.
El cielo queda iluminado momentáneamente por un relámpago lejano. Segundos después el trueno.
Ella alza la mirada, alerta.
Está claro, la tormenta se acerca...


Es el momento.

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