lunes, 11 de marzo de 2013

Rodeos

No existen líneas rectas, sólo una serie de rodeos de mayor o menor duración. Casualidades que se suceden e intercalan con decisiones fortuitas, conformando todas ellas ese algo superior que determina cada vivencia acontecida. Hay situaciones que no serían posibles sin una serie de condiciones; de otro modo resultarían impensables.

Es así como el camino toma un rumbo, más o menos acertado. Todo depende de necesidades, de compensaciones, de sensación de plenitud. De felicidad.

Tenderemos a huir de todo aquello que nos haga mal. Cuestionaremos la conveniencia de nuestras acciones. Dudaremos de aquello que consigamos, preguntándonos si de verdad es lo mejor.

¿Y si llegamos a una encrucijada? ¿Y si algo que nos hizo bien enseña su verdadera cara? Probablemente la confusión lo invada todo. Puede que cierta frustración se le sume.Todo aquello perdido en el camino, la certeza de tener que blandir un arma implacable; gran esfuerzo y riesgo, todo ello en vano.

Pero, ¿de verdad es realista la perspectiva? ¿O es tan sólo un desfavorable augurio? Multitud de preguntas acechan, así como numerosos miedos: qué esperas, qué esperan, si supondrá una decepción. Miedo al dolor propio y ajeno, a un futuro aun incierto, y también un miedo irracional que no eres capaz de describir.

Peros, porqués, y sis. Y una respuesta que huye y se esconde. Quizá solo haya que darle una oportunidad al mundo y esperar a que ésta quiera dejarse ver.



1 comentario:

  1. Enumeraste todas las preguntas que me hago todos los días, incluso si lo que conseguí es realmente lo que quería.

    Siempre es lindo encontrar redes de silogismos parecidas a las propias.

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