miércoles, 31 de octubre de 2012

Preguntas en el aire.

Creo... que necesito algo.
¿Que el qué? ¿Cómo queréis que lo sepa?
Sólo sé que siento una sensación de vacío en el estómago. Que parece que nada me llena. Que no sé si estoy buscando algo, pero el caso es que no encuentro nada.
¿Qué puede ser? ¿Una cara nueva, un lugar novedoso, un cambio de aires, una experiencia...?
Puede que esté estancada. Puede que necesite ilusión, un empujón, una patada. Salir disparada hacia adelante y que ya nadie me pare.
Y ahora me pregunto... ¿cuál es el camino? ¿Hacia dónde el avance, hacia dónde el retroceso? ¿Y los callejones sin salida, las encrucijadas que te llevan en círculo?
Necesito un guía, alguien que me agarre y no me suelte. ¿Pero cómo lo encuentro? No, no me vale la típica respuesta. Yo no espero nada, así que lo que sea puede llegar sin sentir remordimientos. Esa es la regla, ¿no? ¿O tampoco? Bueno, vista la situación ya se puede pensar cualquier cosa...
Ey, esperad, ¿qué es eso?

Ruido de pasos al fondo de la habitación...

Hay... ¿hay alguien ahí...?

Ves a una figura que camina, no se detiene. Pronto cruzará la puerta del fondo sin haberte visto siquiera. Sientes que algo se perderá para siempre si eso ocurre. Extiendes el brazo hacia adelante, como si trataras de retenerla, de retrasar lo inevitable...

Entonces se para en seco. Contra todo pronóstico ha percibido tu movimiento, empieza a volverse, vacilante. Ese alguien sin rostro y sin nombre te escruta desde la distancia...

...y tu respiración se detiene. Sólo un susurro consigue escapar de entre tus labios, a lo mejor se confunde con un suspiro amortiguado.

"¿Eres tú...?"

Una pregunta formulada. Un interrogante en el aire. Unos ojos ocultos en un rostro sin rostro. 

Intenso silencio, infinita espera. 

Puede que algún día llegues a conocer la respuesta.


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